miércoles, 29 de abril de 2015

Un vampiro muy humano: El Horror de Drácula

Hace unos días me emocioné sobre manera. Vi que en la cineteca pasarían El Horror de Drácula, de Terence Fisher, con uno de mis actores favoritos, Christopher Lee, como el afamado Conde. Durante seis años había buscado esta película, preguntado por ella, incluso hice un presupuesto para pedirla de importación en una de esas (no recuerdo por qué no la ordené finalmente) y finalmente ahí estaba: anunciada para una única exhibición. La que llamaban la mejor interpretación del conde jamás hecha. Contaba la leyenda urbana que después de ver la película, la esposa de Lee le tuvo tanto miedo que no quiso ni dormir con él...

Ya la actuación de Lee en efecto es MAGISTRAL... pero la película... Creo que llegué con una expectativa demasiado elevada. La adaptación y el argumento son muy buenos. Los mismos personajes que en la novela de Bram Stocker asumen roles distintos y la película en sí habla de venganza. Cuando la venganza es destruida por la justicia, llega la paz. Todo comienza con Jonathan Harker yendo al Castillo Drácula con el propósito ex profeso de matar al Conde y poner fin a su reinado de terror. Ahí mismo descubre que el Conde tiene una vampiresa a su servicio y compañía. Cuando descubre el lugar de reposo de ambos, logra destruir a la vampiresa, pero falla con el Conde, que lo convierte en vampiro. Entonces aparece el dr. Van Helsing, amigo y colega de Harker, que muy a su pesar tiene que destruir a Jonathan y comienza la cacería del Conde Drácula, que en búsqueda de venganza por la muerte de su concubina, sale del castillo a buscar a la prometida de Harker para convertirla en vampiro.

Ese cambio respecto a la historia original fue algo muy agradable de ver. Y la actuación de Lee, como ya dije, simplemente genial. Pero hubo un punto débil que me parece tiene más que ver con una cuestión generacional que otra cosa. La película en sí, lamentablemente no espanta y en algunas partes incluso da risa. Sí, parece que es el mal que aqueja a varias generaciones (ya no tan) recientes, como la mía. Varias películas de terror antiguas ya no lo generan. Hay excepciones, como Nosferatu, de Murnau. Ese vampiro a la fecha sigue dando tanto miedo que de verdad en la oscuridad uno no quiere abrir la puerta de un cuarto por miedo a encontrarse al Conde Orlok.

Pero el Drácula de Terence Fisher tal vez pecó en su época de cándido. Pese a que sí hay una cierta tención y aura de misticismo alrededor del Conde Drácula, los clímax de la película, y las persecusiones, causan un inesperado ataque de risa. La huida del Conde de regreso a su castillo al final de la película es una persecusión involuntariamente cómica, que recuerda más a un filme de los Hermanos Marx que a cualquier película de terror. Incluso la última escena, en la que Drácula se convierte en cenizas por la luz del sol, me recordó a la escena final de una muy buena sátira, (que tampoco he vuelto a encontrar) que se llama Drácula Muerto, pero Feliz.

Cuando puedan, véanla, ya que es un clásico que no puede faltar. Pero no esperen espantarse con la presencia del vampiro, aunque sí pueden esperar una gran actuación y un muy giro de la trama, respecto de la novela de Bram Stocker. Sin embargo, para muchos que amamos al vampiro como personaje y como referencia cultural, el mejor sigue siendo el ya mencionado Nosferatu de Murnau, muy a pesar de Bela Lugosi, que básicamente es un maniquí en pantalla, y aún del mismo Gary Oldman (lo siento mr. Coppola). Sin embargo, Christopher Lee logra darle a Drácula esa aura de terrorífica elegancia que quería dársele al Vampiro desde la novela original de Stocker.



 El Horror de Drácula

Dirección: Terence Fisher
Con: Peter Cushing
Christopher Lee
Michael Gough
Melissa Stribling

lunes, 20 de abril de 2015

Güeros y morenos por igual, somos mexicanos...

Fui a ver Güeros. Y personalmente puedo decir, ¡qué gran película! Situada en el contexto de la Huelga de la UNAM (1999 - 2000) en la Ciudad de México, narra la historia de Tomás, un chico veracruzano problemático que es enviado al DF con su hermano, estudiante de la UNAM, porque su madre ya no puede soportar los problemas en los que se mete continuamente. Junto con su hermano Federico, sumido en el nihilismo, la apatía y con ataques de pánico frecuentes, y su amigo Santos emprenderá la búsqueda de un músico que solían escuchar de niños en Veracruz.

Esta búsqueda se convierte finalmente en un Road Trip dentro de la Ciudad de México, que en efecto es lo suficientemente grande para que todo tipo de situaciones sucedan al momento de recorrerla, que ayudará a los protagonistas a reencontrar una motivación para vivir y seguir adelante.

Ver la ciudad de México retratada en el cine en la forma en que lo hace Güeros, es decir, neutral, sin contrastes forzados de ricos y pobres, donde la gente simplemente vive e intenta moverse para llegar a su destino es algo que pocas veces se ve en el cine mexicano. Sí es una ciudad llena de contrastes, pero que finalmente vive de esta diversidad, digamos de clases, mezclada entre sí, tal y como lo estaba la Huelga de la UNAM en su época, donde lo que contaba era creer en algo para formar parte del movimiento, aunque finalmente ni los mismos huelguistas se pusieran de acuerdo.

Pero bueno, eso ya parece a veces historia antigua para algunos. Ahora, el problema del contexto. Para los que conocemos CU como la palma de nuestra mano... y la ciudad de México, no podemos dejar pasar algunos errores contextuales como la ciclopista de CU, el hecho de ir a comprar algo al Oxxo en vez de a la tiendita... y además comprar en un K, junto con puentes en Circuito Interior y segundos pisos que en la época de la Huelga aún no existían.

Sin embargo éstos son los únicos... llamémosles tropiezos... de la película, pues en realidad la fuerza viene de los personajes y la forma en que van resolviendo los enredos en los que se meten desde que están juntos en su búsqueda, desde robar la luz hasta acabar comprándole cerveza a un chico de barrio muy bravo para evitar que los asalten y... tal vez peor. Finalmente esas son aventuras con las que despiertan y vuelven a sentirse vivos, ya que en esta gran urbe, que un joven caiga en la monotonía, implica que no sale ni a la esquina de su calle.


Güeros
Director Alonso Ruizpalacios
Con: Tenoch Huerta
Sebastián Aguirre
Ilse Salas
Leonardo Ortizgris

domingo, 19 de abril de 2015

Hay de musicales a musicales y The Rocky Horror Picture Show

Hoy le tocó el turno a un clásico del cine de culto: The Rocky Horror Picture Show. No soy muy adepto a los musicales, pero éste en particular me pareció cómico y con mucha fuerza expresiva, tanto en dirección como en actuación. Aunque había oído hablar de ella antes, realmente nunca me imaginé que fuera una película de ciencia ficción, sino una sátira de las películas de horror. Bueno, sátira sí es... lo que le da puntos dobles, en mi opinión.

Lo más curioso de ver, es cómo al inicio, a cada personaje se le asigna un papel: un científico, una heroína, un héroe, un empleado, una empleada doméstica, una groupie, una creación, un científico rival, un antiguo repartidor, y un experto, y a cada paso de la trama, estos roles pasan siempre a segundo plano. Los llamados héroes son los primeros en sucumbir a tentaciones y quedarse quietos en el momento de actuar, el científico es más un artista, mientras que los empleados toman el control, la groupie ama realmente a un hombre, el científico rival no usa la ciencia y la creación, bueno... sólo está.

La típica historia de una pareja que, en medio de la nada sufre una avería en su auto, se ve forzada a pedir ayuda en una tétrica casa cercana al lugar del incidente, pronto se transforma no en una historia de horror y persecusión, sino de hedonismo puro que pondrá a prueba la fragilidad y debilidad del ser humano tanto en cuerpo como en espíritu. No en vano los dos novios, devotos uno al otro, sucumben ante el científico, que sabe engañarlos y manipularlos.

Por otro lado, es claro que la película pretende crear un fuerte impacto en el espectador, y no sólo en lo visual, sino en lo cultural y moral. Aunque ahora parezca un poco liviana, sin caer en lo soso, la infidelidad, el hedonismo, la homosexualidad y el trasvestismo aparecen como conductas y vicios venidos, literalmente, de otro planeta, y los humanos, como "gusanos que se arrastran sobre la tierra" sólo podemos caer en ellos, además de servir como entretenimiento y materia prima a los visitantes de otros mundos.

Un filme interesante que merece varias lecturas y del que tal vez valga la pena ir a alguna presentación con actores y donde la audiencia participe con distintos propos que llevan consigo, desde arroz, matracas y globos hasta guantes de latex. Como película de cine de culto, los seguidores tal vez no sean muchos, pero sin duda serán de los más apasionados y puede que se genere una atmósfera tan intensa como la de la película misma.



The Rocky Horror Picture Show
Dirección Jim Sharman
Con: Tim Curry
Susan Sarandon
Barry Bostwick
Richard O'Brien
Patricia Quinn
Nell Campbell
Jonathan Adams
Peter Hinwood
Meat Loaf
Charles Gray

lunes, 13 de abril de 2015

¿Lobo estás ahí? No, me fui a Wall Street...


Sí, es la primera vez que veo el Lobo de Wall Street. Lo primero que pensé fue: el señor Scorsese sí que sabe como impactar y conmover a su audiencia. Hace poco vi un vídeo titulado "Scorsese y el arte del silencio" y vaya que es verdad. Algunas de las escenas más emotivas (no por eso lindas, o bonitas) de la película pasan con un silencio sepulcral detrás de los diálogos.

Pero ya que la última vez me quedé hablando de personajes, quiero comentarlos también hoy. Más allá de la historia y la trama, que a cada momento se pone más intensa, lo que me sorprende es cómo los personajes pueden evolucionar tanto, y no cambiar en nada, realmente. Sólo madurar, de alguna forma. Y hoy me quiero centrar principalmente en los tipos de personajes que encontramos en las películas (o arquetipos, más bien).

Hay dos tipos principales: Conductores y Complementarios. Los conductores son: Protagonista, Antagonista, Guardián y Contagonista. Los Complementarios de entraga tienen la característica de ser Razón o Emoción, además de tomar el rol de Sidekick o Escéptico. Además, todos los personajes pueden ser Personificados (una persona asume el rol) o representados (pudiendo ser un grupo de personas, o un objeto, elemento, animal, en fin...)

Así que primero tenemos a Jordan Belford (Leonardo DiCaprio) qué es el protagonista, antihéroe de la película, personificado, 100% emoción y además forjado (eso quiere decir que el cambio hacia el final es mínimo) Aunque muchos puedan decir lo contrario, de verdad es un personaje forjado, realmente no tiene cambios significativos en su personalidad o sus ideas, sólo que tuvo una curva evolutiva un poco larga. Sus misiones: Evadir al FBI y ser millonario.

Luego, está el antagonista: representado en el FBI, personificado en el agente Patrick Denham. Su objetivo: evitar que Jordan Belford continúe con su escandaloso ascenso como corredor de bolsa mediante el fraude. Tenemos un personaje razón forjado, siguiendo el camino lógico y legal para detener Belford.

En seguida están sus Guardianes: su padre y su abogado. La función del guardián es simple: Darle todo lo necesario al protagonista para que él pueda conseguir su objetivo, SIN HACERLO POR ÉL. Por lo general el Guardián debe desaparecer en un momento crítico de la película. En el caso de El Lobo de Wall Street, su abogado y su padre lo dejan cuando, en un ataque de orgullo y emociones encontradas, Jordan Belford decide no pactar con el FBI para aceptar unos delitos menores y retirarse, y así conservar su fortuna, para mejor seguir al frente de su fraudulenta empresa de bolsa.

Sabiendo ya las artimañas de la evasión y ocultación aprendidas de sus Guardianes, Belford se va por la libre un tiempo, aunque finalmente... bueno, los que ya la vieron ya saben que pasa y los que no, véanla! Los Guardianes son personajes difíciles, porque a veces son ellos mismos los que orillan al protagonista a meterse en la historia, en la aventura, y a correr riesgos.

Luego, tenemos a los Sidekicks de Jordan. Todos sus colegas, amigos y compañeros en su compañía Stratton Oakmont. Podría decir que en realidad es un sidekick representado, ya que todos sus amigos tienen perfiles muy parecidos, aunque su psicología de personaje sea distinta: todos son drogadictos, alcohólicos, adictos al sexo, parranderos, totalmente emociónales y siguen a Jordan en las buenas y en las malas, sin importar lo que pase. Esa es la esencia del Sidekick.

Y finalmente están los escépticos, principalmente su esposa Naomi Lampaglia, Emma, tía de Naomi y el banquero Jean-Jacques Saurel. La escencia de un escéptico es que puede estar o no estar de acuerdo con lo que hace el protagonista. No lo ayuda porque cree en él, como el sidekick, aunque tampoco está realmente interesado en hacerle daño. Pero mientras obtenga algún beneficio, estará ayudando, aunque sea a regañadientes.

Curiosamente no encontré ningún contagonista, al menos no de primera instancia. La función del contagonista no es tanto ayudar al antagonista como de ponerle el pié a cada paso al protagonista. Y dado que tanto el éxito como... lo que pasó después... fue resultado de las acciones y decisiones de Jordan, es probable que realmente no lo haya. ¿Ustedes qué piensan?

La verdad es que es una gran película, con un gran mensaje, uno muy importante: si quieres ser millonario, tienes que estar dispuesto a chingarte al prójimo... y tal vez aceptar una que otra consecuencia... Ok, tal vez no soy el mejor deduciendo los mensajes de las películas, pero seguro que les causará un impacto muy fuerte, ya sea para bien o para mal.


El Lobo de Wall Street
Director: Martin Socorsese
Con: Leonardo DiCaprio

Jonah Hill
Margot Robbie
Matthew McConaughey
Kyle Chandler
Rob Reiner
Jon Favreau
Jean Dujardin
Jon Bernthal

EUA, 2013

domingo, 12 de abril de 2015

La revelación del Anticristo


Pues hoy vi Anticristo de Lars Von Trier. Y me cuesta mucho trabajo clasificarla o siquiera afirmar que pertenece a algún género. Lo que sí puedo decir es que tiene cinco temas: el dolor, el amor, el sexo y la muerte. Alrededor de éstos se encuentra la locura -o la maldad, pero no ambas. Y es de una forma magistral que los roles de los personajes de repente se cambian. Quien pareciera antagonista, de repente se convierte en el protagonista de una serie de sucesos perturbadores, grotescos y violentos que poco a poco ponen a prueba su seguridad, sus creencias (ojo, no hablo de la fe) y sobre todo su instinto de supervivencia.

SPOILERS!

La historia que gira en torno a una pareja cuyo hijo muere mientras tienen sexo apasionado por toda la casa, se centra principalmente en el duelo de La Mujer, interpretada por Charlotte Gainsbourg. El Hombre, interpretado por Willem Dafoe, su esposo, terapeuta y aparentemente detractor de la psiquiatría, decide contra los cánones de la buena praxis, tratar el duelo de su esposa mediante psicoterapia. Acierto o error, realmente no se sabe ni se pone en cuestión en la película, ya que los sucesos que siguieron ponen en duda el equilibrio mental de La Mujer desde antes que su hijo muriera.

Pasando por varias etapas, divididas en capítulos, la pareja se va a una cabaña en el bosque para enfrentar y superar los miedos de La Mujer, representados en la hierba verde, los espacios abiertos y en sí misma, lo que, en palabras de El Hombre, es simplemente el Mundo Natural. La Mujer, que escribía una tesis sobre feminicidio que abandonó de pronto, al parecer quedó convencida, durante su investigación, que la esencia del humano, especialmente de la mujer, es el mal.

Este es el punto donde la historia cambia, ya que de ser forzada a enfrentar miedos que no quería por su esposo, La Mujer pasa a ser antagonista, y victimaria de El Hombre, a quien tiene atrapado en medio del Mundo Natural, en esa tierra apartada de todo donde descubre que ella tiene el control. A su vez, El Hombre descubre inquietante evidencia de que La Mujer lastimaba a su hijo mientras estaba en vida: le ponía los zapatos al revés, causando una deformación en sus pies.

Pronto, El Hombre se dará cuenta de que debe salir de esa cabaña y ese bosque, con o sin su esposa la que aún ama, pero de la que ya desconfía totalmente. Es entonces cuando ella ataca y asegura que se quedará con él asegurando una rueda de molino a su tobillo. Finalmente sale a relucir que el miedo que la embargaba era el miedo a sí misma. El miedo a lo que era capaz de hacer al dejar fluir sus instintos y su lado salvaje, rebelándose contra su rol de madre y esposa. Quiere retenerlo para matarlo y acabar definitivamente con esto.

No contaré el final, por aquellos que no la han visto y quisieron leer este post de todas formas, pero es una obra que vale la pena verse varias veces sólo para analizar, a nivel de cine, sí la dirección, la fotografía, los emplazamientos (tiene unas rupturas de eje muy extrañas que no sé si tengan una intención narrativa) pero sobre todo a los personajes: la transformación de un antagonista a protagonista y además la evolución psíquica de ambos. ¿Qué los hace ser las personas que son, y cómo llegaron a ese punto?



Anticristo
Director: Lars Von Trier
Con: Willem Dafoe
Charlotte Gainsbourg
Dinamarca, Alemania, Suecia, Francia, 2009